Dependiendo del tipo de hueso y de la restauración, el odontólogo elige el implante adecuado, este varia en diámetro, longitud, forma, textura y calidad. Asegúrese de conocer qué tipo de implante le van a colocar antes de empezar su tratamiento. La mayoría de implantes, tienen control de calidad, la compañía fabricante generalmente da garantía de por vida y el odontólogo a su vez le debe dar la seguridad que su tratamiento requiere.

Convencionalmente los implantes se realizan en dos etapas, la primera es la parte quirúrgica, o sea la colocación del implante y después de tres o seis meses, dependiendo el tipo de tratamiento, se realiza la segunda etapa, que es la parte protésica o restaurativa. En la Implantología actual, la carga Inmediata es el protocolo de elección, es decir: extracciones, colocación de implantes y temporalización simultaneamente, todo se realiza el mismo día. La corona o restauración definitiva se colocará en dos o tres meses.

Generalmente después de una extracción el hueso se reabsorbe el primer año entre 30% y 40%. Si el implante es colocado para reemplazarlo, la reabsorción inminente del hueso se detiene.

El costo de un implante varía según el perfil profesional de su odontólogo y la calidad del implante. En algunas ocasiones usted puede acceder a descuentos especiales, pero asegúrese que la calidad de su tratamiento no se disminuya, y que su odontólogo tratante sea el responsable de su tratamiento: diagnóstico, plan de tratamiento, procedimiento quirúrgico y etapa restaurativa. Durante cada etapa su odontólogo debe guiar a su equipo profesional, pero un solo doctor debe ser responsable de la evolución y buen pronóstico de su tratamiento.